Una de las causas por las que aparecen los tinnitus es porque la hipertensión hace acto de presencia. La hipertensión puede asociarse a problemas de oído. Una tensión alta es responsable de algunos déficits auditivos que pueden desembocar en acúfenos.
La presión arterial es la fuerza que empuja a la sangre hacia las paredes de la arteria. Para vencer los obstáculos que nuestro organismo le pone a la sangre esa fuerza es necesaria pero cuando la resistencia es cada vez mayor por distintas causas el músculo del corazón tiene una mayor tensión y existe más presión sobre el árbol arterial.
Existen muchas causas para la hipertensión: ser diabético, el sobrepeso, los antecedentes, la edad, el tabaco, etc... Una hipertensión prolongada y la exposición continua a determinados ruidos pueden provocar estos casos de tinnitus.
Los factores anteriormente descritos, a los que debemos añadir el estrés y la ingesta de alcohol o cafeína incrementan la presión arterial y por ende pueden desembocar en la aparición de los acúfenos.
Se escuchan en ambos oídos y no provienen de ninguna fuente externa. Los escucha la propia persona desde el cerebro y no se considera una enfermedad, más bien un síntoma relacionado con el sistema auditivo.
El tratamiento del tinnitus por hipertensión, al igual que el tinnitus provocado por otras causas no tiene cura. Sí tiene tratamientos de readaptación y que ayuda a minorar sus efectos. Entrenamientos con ruidos blancos es otra de las terapias que ayuda a paliar los efectos.
Si tienes cualquier duda, consulta con tu especialista.¡Y vigila tu tensión!