Como hemos comentado en varias ocasiones, el exceso de cerumen puede ser perjudicial para la audición pero también hemos indicado que la cera es imprescindible como barrera defensiva para las infecciones de oído.
Es necesario tanto para que el oído se limpie como para que la calidad de la audición sea positiva. El uso de bastoncillos es desaconsejarle y basta con un poco de agua y jabón para una correcta limpieza y que los oídos se mantengan limpios y sanos.
¿Qué funciones entonces tiene la cera de los oídos? ¿Porqué es útil e imprescindible?
Como hemos dicho al principio, es una barrera natural que sirve para proteger al oído de infecciones. También protege al canal auditivo de otro tipo de infecciones que dañan la piel en esa parte.
Es una barrera para los insectos, para los hongos y las bacterias, pero además es una manera de hidratar la piel que rodea al conducto auditivo.
Como lubricante es ideal para mantener limpio el conducto auditivo externo y aquí aprovechamos para recordarte que el oído es un órgano que se limpia de forma natural solo.
Existen dos tipos de cera por su aspecto: una es la cera húmeda, que es la que habitualmente suele existir en el oído y tiene un color más claro. Es algo más pegajosa. Y otra es la cera seca que se rompe con más facilidad y es algo más oscura. La función es la misma, aunque tengan distintas características.
Finalmente, aunque la cera sea útil y necesaria debemos estar atentos a los excesos puesto que la acumulación puede hacer que se pierda audición y cause algún problema de dolor o inflamación. Y recuerda, no dejes al oído sin cera y haz una limpieza normal.