El nivel de afectados en España con pérdidas de audición es un 10% mayor que el de los afectados con discapacidad visual, según informa la Plataforma Audiológica GEA.
Actualmente algo más de un millón cien mil personas presentan problemas como hipoacusia o cófosis, mientras que los afectados por algún tipo de discapacidad visual apenas superan la barrera del millón.
Según los datos que recopila la Plataforma Audiológica GEA, esta cifra de personas con problemas de audición se vería notablemente incrementada si se incluyera la población infantil y la que no ha revisado nunca sus niveles de audición lo que sin duda también incrementaría el dato.
Las personas con pérdida visual tienen una mayor concienciación a nivel preventivo, siendo más común la revisión de la vista ya que los españoles lo consideran el sentido más importante por delante del oído.
Respecto al colectivo más vulnerable, los niños, la OMS indica que en España 6 de cada 1000 recién nacidos vivos lo hace con problemas de hipoacusia, lo que supone que cada año alrededor de 1950 niños nacen con ello. De todos estos casos, apenas una quinta parte presentan sordera profunda y un 3,2% tienen incidencia de hipoacusia moderada.
Pero aunque el 75% del total de hipoacusias están presentes en el momento del nacimiento, el deterioro de la audición no es en absoluto exclusivo del momento del parto. Un 25% se deben al deterioro por motivos de contaminación acústica y de tipo degenerativo asociadas a la edad.
A nivel general, más de un 95% de personas con problemas de discapacidad auditiva pueden comunicarse verbalmente mientras que el 5% utiliza la lengua de signos para ello.
La sordoceguera
Finalmente conviene explicar algo más sobre el problema de la sordoceguera en España. Se produce cuando existe un severo grado de deficiencia combinada tanto de visión como de audición y ello supone, por tanto, graves problemas de comunicación, información y movilidad. Cerca de 250.000 personas en nuestro país están en situación de dependencia por esta discapacidad.
Tal y como informa la Plataforma Audiológica GEA la principal causa de la sordoceguera es el síndrome de Usher, y tiene tres tipos que pueden distinguirse:
El tipo uno es cuando la persona nace con la sordera profunda y tiene dificultades en el equilibro, llevando aparejado retrasos en la edad de caminar. La retinitis pigmentaria suelen aparecer entre los 8 y 12 años.
En el tipo dos la persona es sorda de nacimiento pero con un grado de moderada a severa con el paso de los años y se suele diagnosticar con 4 o cinco años. El equilibrio es normal, se requiere de audífonos para entender y la retinitis pigmentaria ocurre en la adolescencia.
Por último, el tipo tres es el que se produce con mucha menos frecuencia y es cuando la retinitis pigmentaria y la sordera progresiva se da en jóvenes de 20 a 30 años que siendo niños no tenían problema alguno. El empeoramiento es progresivo con el paso de los años.