En los días de mayor calor, el aire acondicionado es un aliado para aliviar esa sensación de sofoco y sudor especialmente en los meses de verano. La relación entre aire acondicionado y audición puede suponer un peligro para nuestros oídos como vamos a exponeros a continuación.
Y es que los efectos del AC en la salud auditiva pueden ser muy contraproducentes. Los aparatos emiten aire fresco y seco, ausente de humedad. En según qué ambientes se ponga esa falta de humedad afecta a las mucosas.
Por la nariz y por la boca entra el aire y también virus, bacterias y otros microorganismos. La función de la mucosa nasal es filtrar y limpiar ese aire, además de que llegue en las condiciones de humedad y temperatura que necesitan nuestros pulmones.
La ausencia de humedad evita que las mucosas realicen bien la función por lo que es más fácil que virus y bacterias penetren en nuestro organismo. Hay que tener en cuenta que la nariz comunica con la trompa de Eustaquio de cada oído así que es relativamente más fácil que ésta pueda terminar en las zonas más recónditas de nuestros oídos.
En verano, la otitis del nadador es la más habitual pero los casos de otitis media como consecuencia del aire acondicionado aumenta de forma progresiva a cualquier edad.
El dolor en la otitis media es algo habitual, y menos común es la pérdida auditiva. Eso sí, la sensación de taponamiento es común a todas ellas por la inflamación de la zona. La sensibilidad al aire acondicionado es mayor en unas personas que en otra. Los alérgicos o personas con problemas respiratorios suelen estar más afectados que otras personas.
Conviene, entonces, evitar un exceso de exposición al aire acondicionado y procurar no bajar de los 21º. Por supuesto tampoco se debe dormir con el aire acondicionado puesto con el fin de que la habitación pierda toda la humedad.
El uso de humidificadores puede amortiguar estos efectos en una habitación con el aire acondicionado. Y recuerda, al menor síntoma de dolo o taponamiento acude al especialista.